El Santo Padre ha comentado: "Mientras que el Señor parece pasar desapercibido entre dos malhechores, uno de ellos, consciente de sus pecados, se abre a la verdad, alcanza la fe e implora "al rey de los judíos": "Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino" (Lucas 23,42).
"Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso" (Lucas 23, 43). Con estas palabras, Jesús, desde el trono de la cruz, da la bienvenida a todos con la misericordia infinita. San Ambrosio comenta que "es un buen ejemplo de conversión al que debemos aspirar: muy pronto al ladrón se le concede el perdón, y la gracia es más abundante que la petición; el Señor, de hecho, dice san Ambrosio, siempre concede lo que se le pide [...] La vida consiste en estar con Cristo, porque donde está Cristo allí está el Reino" (Expositio Evangelii secundum Lucam X, 121:.. CCL 14, 379).
No hay comentarios:
Publicar un comentario